
El origami es el arte de transformar un trozo de papel en una artística figura, sin emplear ni tijeras ni pegamento. Tan sólo se necesita paciencia, práctica y papel de algún bonito color, aunque siempre se puede colorear.
El tallo, si lo ponemos, puede ser también de papel o se puede utilizar
un limpiapipas verde. Las flores no son de las figuras más fáciles,
pero se puede intentar. Tendrás a los niños entretenidos mejorando sus
habilidades manuales y con un resultado muy original.
- Pon un cuadrado de papel estirado sobre la mesa. Dóblalo diagonalmente a la mitad, formando un triángulo.
- Dobla la esquina inferior derecha hacia arriba, de forma que el pico quede un poco a la derecha del vértice del primer triángulo.
- Repite el mismo paso con la esquina inferior izquierda del primer triángulo. Déjala también un poco distante hacia la izquierda del primer vértice.
- Da la vuelta a la figura.
- Dobla los tres picos inferiores hacia dentro. Vuelve a girar la figura y ya tienes la flor.
El tulipán puede servir como tarjeta de felicitación, se puede pegar
sobre una cartulina y ponerle un bonito marco o añadir un tallo.
También puedes hacer un montaje con varios de distintos colores, formando un ramito. Aunque los primeros no queden perfectos, a mamá le va a encantar el regalo, el esfuerzo y el cariño con el que está hecho.
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